Santo Domingo – Después de una larga y difícil batalla por su salud, Alba Montero Rojas, oficial del Ejército de la República Dominicana, fue despedida por sus seres queridos este sábado, luego de más de un mes de hospitalización. La capitana se encontraba internada en la unidad de cuidados intensivos del hospital Ney Arias Lora desde hace 46 días, luchando por recuperarse de las graves lesiones sufridas durante el lamentable suceso en la discoteca Jet Set.

Con su partida, Alba se convierte en la persona número 236 relacionada con esta tragedia que ha dejado una huella profunda en el corazón del país.

La historia de Alba es aún más conmovedora por el hecho de que su esposo, el capitán Randi Rodríguez, también formaba parte de las fuerzas armadas y fue uno de los primeros en perder la vida tras el colapso del techo en el conocido centro nocturno. Este incidente, que ocurrió a principios de abril, sacudió a la sociedad dominicana y aún hoy se investiga a fondo para esclarecer todos los detalles.

La pareja, unida tanto en el amor como en el servicio al país, representa el impacto humano detrás de las cifras. Sus compañeros de uniforme, amigos y familiares han compartido mensajes de tristeza, pero también de admiración por el valor y entrega de ambos.

Este hecho ha despertado nuevamente el llamado a revisar con más atención las condiciones de seguridad en lugares públicos. Tanto autoridades como ciudadanos coinciden en que es necesario garantizar que ningún espacio represente un peligro para quienes lo visitan.

Alba Montero Rojas, más allá de su rango militar, era una mujer dedicada, servicial y con un gran sentido del deber. Su historia, marcada por el amor, el compromiso y la entrega, ha conmovido a muchos en todo el país.

La sociedad dominicana continúa rindiendo homenaje a las víctimas y exige justicia y responsabilidad para evitar que sucesos así vuelvan a repetirse. Mientras tanto, el recuerdo de Alba y Randi permanecerá vivo en la memoria colectiva como un símbolo de servicio y entrega.