El caso reveló una insólita mezcla de migración irregular y creencias espirituales.
Dajabón, República Dominicana.– Lo que comenzó como una simple detención por cruce fronterizo ilegal terminó revelando una historia insólita que entrelaza migración irregular, creencias espirituales y desesperación familiar.
Dos ciudadanos dominicanos, Juan Pablo Herrera Villar y su sobrino Elías Herrera Olivares, fueron apresados por miembros del Ejército dominicano al intentar regresar a territorio nacional desde Haití por un paso no autorizado.
Ambos hombres, oriundos de San Francisco de Macorís, se encontraban acompañados por un ciudadano haitiano identificado como Wilron Rosana, quien posee un carnet de regularización migratoria válido en República Dominicana.
Según declaraciones ofrecidas por Rosana durante un interrogatorio realizado por la Brigada de Vigilancia de Áreas Protegidas (BSAP) en Haití, la razón detrás del viaje clandestino fue aún más sorprendente: los dominicanos presuntamente buscaban contactar a un brujo en el norte de Haití.
Rosana indicó que fue presionado por los Herrera para guiarlos hasta el supuesto santero. La motivación que impulsó este arriesgado recorrido fue una tragedia familiar reciente.
Según la versión entregada por los involucrados, el padre del joven Elías Herrera Olivares falleció tras clavarse accidentalmente un clavo, muriendo cinco días después. Este hecho fue interpretado por sus allegados como el resultado de una maldición atribuida a compañeros de trabajo haitianos.
Convencidos de que la muerte fue producto de brujería, los familiares decidieron buscar respuestas fuera del país, recurriendo a prácticas místicas a través de una travesía no autorizada. El viaje se realizó por senderos informales sin informar a las autoridades, lo que derivó en su detención al momento de regresar al país.
Las autoridades dominicanas informaron que el caso ha puesto en relieve varios puntos críticos, incluyendo la fragilidad del control fronterizo en algunas zonas de Dajabón y la persistencia de creencias tradicionales que aún influyen en el comportamiento de sectores de la población.
Tras el incidente, las fuerzas militares han reforzado la vigilancia en zonas vulnerables de la frontera, enfocándose en rutas utilizadas para cruces no convencionales como el ocurrido en este caso.
El suceso ha generado comentarios diversos en la opinión pública, desde preocupaciones sobre seguridad nacional hasta reflexiones sobre la influencia de las creencias espirituales en decisiones personales.