Este miércoles dejó de vivir Socorro Castellanos, una figura emblemática de la radio y la televisión en República Dominicana, cuya trayectoria pionera marcó una época y dejó una influencia significativa en el ámbito de la comunicación nacional.
Originaria de Santiago de los Caballeros, Castellanos dio sus primeros pasos en los medios durante los años sesenta, en un contexto dominado por hombres. Fue en ese escenario donde se convirtió en la primera mujer en asumir el rol de productora de televisión en el país, lo que representó un hito relevante para la industria local.
A lo largo de su carrera, impulsó espacios dirigidos especialmente a la mujer y la familia. En esos formatos, se destacó una línea comunicacional ética, serena y cercana. Estas cualidades se volvieron distintivas en cada uno de los proyectos que lideró, consolidando así su estilo propio y coherente a lo largo del tiempo.
Su voz, siempre elegante y serena, formó parte del ambiente cotidiano de muchas personas en República Dominicana. A su vez, su imagen fue sinónimo de respeto, compostura y talento, elementos que la acompañaron en cada una de sus apariciones en pantalla. Participó en programas reconocidos como Buenas Tardes a la Orden, Revista Eva, El Show del Mediodía y Punto Final. En todos ellos dejó una marca firme gracias a su dedicación por ofrecer contenidos de calidad y su enfoque profesional constante.
Para muchos, Socorro Castellanos fue más que una comunicadora. Fue considerada una mentora y una pionera discreta que abrió camino sin buscar protagonismo. Inspiró a numerosas mujeres a visualizar su lugar dentro del mundo de los medios de comunicación. Su aporte fue amplio, no solo por su desempeño en cámaras y micrófonos, sino también por la integridad con la que siempre desarrolló su labor.
En la actualidad, tanto la radio como la televisión dominicana experimentan una pérdida significativa. Se ha silenciado una voz que acompañó durante años almuerzos, tardes y noches. Una voz que transmitía mensajes centrados en la familia, la cultura, los valores y el país.
Su legado permanece en cada proyecto cuidadosamente diseñado, en cada palabra pronunciada con respeto y en cada mujer que se anima a comunicar con sinceridad y propósito. Que Socorro Castellanos descanse en paz, referente perdurable de la comunicación en República Dominicana.