Rubby Pérez no debía cantar el 7 de abril en Jet Set, pero aceptó tras un cambio de último minuto sugerido por Eddy Herrera, revelando detalles clave del suceso.
Santo Domingo, República Dominicana – La noche del lunes 7 de abril cambió para siempre la historia de la icónica discoteca Jet Set y dejó un profundo dolor en el mundo del merengue.
Uno de los datos más conmovedores y reveladores es que Rubby Pérez no estaba originalmente programado para cantar ese día, sino una semana después. Sin embargo, un cambio inesperado en el calendario artístico lo llevó a presentarse justo la noche del trágico colapso.
Fue Eddy Herrera quien compartió esta información al recordar una conversación que tuvo con Rubby Pérez poco antes del evento. “Rubby, tú es que sabes”, le dijo con confianza y respeto, sugiriendo que él debía presentarse ese domingo. Esta frase, que en el momento parecía una muestra de admiración y compañerismo, ahora tiene un peso emocional enorme.
Rubby aceptó sin dudarlo. Su respuesta, llena de energía y disposición, fue inmediata: “Sí, sí, sí, vamos, vamos, vamos”. Para quienes lo conocieron, esta actitud no sorprendió. Rubby siempre fue una persona solidaria, generosa y lista para apoyar a sus colegas, sin importar las circunstancias.
Eddy Herrera explicó que la decisión se tomó de manera espontánea, como un simple intercambio entre artistas. Pero ahora, muchos se preguntan si esa modificación pudo haber cambiado el destino de todos los presentes esa noche.
“No sé, parece que hubo algo”, comentó Eddy, dejando entrever que fue una decisión que, aunque casual, podría haber estado influida por algo más allá de la simple logística.
Fernando Soto, mánager de Rubby Pérez, confirmó también que el merenguero tenía programada su actuación original para el domingo 14 de abril, no para el 7. Este detalle añade una capa más de misterio a lo ocurrido, ya que, hasta el momento, no se ha revelado oficialmente quién iba a presentarse en esa fecha antes del cambio.
La historia ha captado la atención del público y ha provocado una oleada de comentarios en redes sociales. Muchos se han preguntado qué habría pasado si Rubby no hubiese aceptado cantar ese día.
Las redes se han llenado de homenajes, teorías y mensajes de apoyo a su familia, mientras se siguen conociendo detalles de lo sucedido.
La decisión de Rubby, tomada con su habitual entusiasmo y humildad, terminó siendo una de las últimas de su vida. Lo que comenzó como un gesto entre colegas se convirtió en parte de una historia marcada por la tragedia, pero también por la generosidad de un artista que siempre estuvo dispuesto a dar lo mejor de sí en cada escenario.
Hoy, sus colegas lo recuerdan con admiración, y su familia, con orgullo. Rubby Pérez, con su entrega total al arte y su actitud siempre positiva, dejó una huella imborrable no solo en la música, sino en todos los corazones que lo vieron brillar hasta el último momento.