Con tono alegre, el local volvió a operar luego de semanas de duelo y conmoción nacional.
El restaurante Jalao, ubicado en la Ciudad Colonial de Santo Domingo, reabrió sus puertas el pasado sábado tras permanecer cerrado por tres semanas debido a la tragedia del Jet Set.
El establecimiento es propiedad de Antonio Espaillat, el mismo empresario vinculado al Jet Set, la discoteca cuyo colapso provocó la muerte de 233 personas.
La reapertura fue anunciada con un mensaje de tono humorístico que decía: “Hoy no se fía, mañana sí, pero si vienes con buena chercha, hablamos”.
Con esa frase, el restaurante buscó reconectar con su público habitual, manteniendo el espíritu jovial y cultural que caracteriza el lugar desde su apertura.
En sus redes sociales, el equipo de Jalao expresó: “Nuestro colmadito es más que una esquina: es un pedazo de la cultura dominicana, con cuentos, sazón y sabor del bueno”.
El cierre del restaurante fue una medida tomada tras el trágico colapso de la discoteca Jet Set, que conmocionó profundamente a la sociedad dominicana.
La tragedia dejó un saldo de 233 fallecidos y generó luto en todo el país. Las autoridades continúan investigando lo ocurrido en aquel suceso.
Aunque Jalao no estuvo directamente relacionado con el accidente, su vinculación a Antonio Espaillat hizo que decidieran pausar operaciones por respeto al momento.
El regreso del restaurante ha sido recibido con diversas reacciones, entre ellas muestras de apoyo, pero también opiniones divididas en redes sociales.
Algunos usuarios destacaron la importancia de preservar los espacios culturales como Jalao, mientras otros aún expresan dolor por lo sucedido en el Jet Set.
La reapertura busca recuperar el ambiente tradicional que ha convertido al restaurante en un punto de encuentro popular en la capital dominicana.
Con su mezcla de comida criolla, música en vivo y ambiente festivo, Jalao representa un espacio de identidad y sabor dominicano en pleno centro histórico.
El establecimiento continuará operando bajo su concepto habitual, enfocado en ofrecer una experiencia cultural, gastronómica y musical a sus visitantes.
Mientras tanto, la memoria de la tragedia sigue presente, y la ciudadanía permanece atenta al desarrollo de las investigaciones y cualquier medida judicial.