Familiares y sobrevivientes exigen respuestas tras incidente en local nocturno Jet Set.

La noche del 7 de abril tomó un giro inesperado en Santo Domingo cuando el techo de una conocida discoteca colapsó mientras se llevaba a cabo una presentación musical. El lugar, llamado Jet Set, se encontraba lleno de personas que asistían a disfrutar del espectáculo, entre ellas Jennifer Morel, una joven universitaria y modelo, quien compartió su experiencia tras vivir aquel momento difícil.

Jennifer había asistido al concierto del artista Rubby Pérez junto a un grupo de amistades. Aunque ya había visitado el establecimiento en otras ocasiones, lo que ocurrió esa noche fue algo que nunca imaginó presenciar. Durante una entrevista en el programa Más Allá de las Redes, conducido por Vladimir Jáquez, relató los instantes previos al colapso del techo.


Contó que minutos antes del incidente, decidió acompañar al baño a otra joven. “Estábamos caminando por el pasillo, sujetándola de la mano, cuando de repente sentí una explosión que me lanzó hacia afuera”, explicó. Fue ese cambio de posición dentro del local lo que, sin saberlo, terminó salvándola.

Jennifer recordó que en visitas anteriores había notado detalles preocupantes. “Ya había frecuentado el lugar anteriormente tres veces. Recuerdo que, en esa primera ocasión que fui al lugar (Jet Set), yo alcancé a ver polvillo en el techo, en la parte de arriba. Las veces que alcancé a ver eso, yo lo normalicé”, comentó.

Sobre el momento del colapso, dijo: “Había demasiadas personas, me atrevo a decir y puede que me esté equivocando, que habían como mil personas. Cuando agilizamos el paso, literalmente, fue como medio paso que dimos en el marco de la puerta y boom. A mí me sacó, no vi caer nada, solo sentí algo que me estralló hacia afuera y escucho muchos gritos, pero dentro de todo lo que estoy escuchando tengo la mente como confusa porque veo el marco de la puerta obstruido”.

Aunque resultó ilesa físicamente, relató que ahora vive con consecuencias emocionales. La experiencia le causó ansiedad, problemas para dormir y una sensación de miedo constante. “No soy la misma. Todo cambió”, afirmó.

Después de ponerse a salvo, trató de ayudar a otras personas dentro del lugar. Compartió cómo tranquilizó a una joven atrapada, recordando: “No podía quedarme quieta sabiendo que había otros peor que yo”.

Jennifer expresó también su frustración por la lentitud del proceso legal. “He iniciado acciones legales por la vía civil, pero todo va demasiado lento. Hay gente en cuidados intensivos, niños huérfanos, y todavía no hay respuestas claras”, dijo.

Incluso cuestionó los datos oficiales: “Había demasiadas personas adentro. Muchos cuerpos quedaron irreconocibles. No todo el mundo ha sido identificado”.

Hasta ahora, no se han presentado cargos contra los responsables del local. Las voces de afectados y de ciudadanos piden una investigación clara, medidas concretas y justicia para todos los involucrados.

[embedded content]