Con profundo pesar, se ha confirmado que la menor Yeleidy Serrano, de cinco años, ya no vive tras haber sido arrastrada por una cañada en el sector El Primaveral, ubicado en Villa Mella, Santo Domingo Norte. El hallazgo se produjo la tarde del sábado, luego de dos días de intensa búsqueda por parte de brigadas de rescate.
Todo comenzó el jueves, cuando Yeleidy desapareció entre las aguas mientras jugaba junto a su hermanito en un área detrás de su vivienda. Desde ese momento, su madre permaneció cerca del lugar, sin separarse, esperando noticias y aferrándose a la esperanza. Durante ese tiempo, expresó entre lágrimas su angustia y deseo de que ocurriera un milagro.
La búsqueda movilizó a más de 290 personas, entre rescatistas de la Defensa Civil, miembros del Cuerpo de Bomberos, personal del Sistema 911, agentes de la Policía Nacional y otros organismos. Las labores se extendieron sin pausa desde la tarde del jueves hasta el sábado a las 3:00 p. m., momento en el que se localizó el cuerpo de la niña en el Río Yaguasa, a cierta distancia del punto donde fue vista por última vez.
“Esa era mi vida, mi bebé, mi todo”, expresó su madre en medio del dolor, mientras recibía consuelo de familiares y vecinos reunidos en el lugar. El impacto emocional para la comunidad fue evidente, con personas unidas en solidaridad y tristeza ante la pérdida.
Una vez encontrado el cuerpo, fue entregado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) para llevar a cabo los procedimientos correspondientes. La noticia marcó el fin de una búsqueda intensa y angustiante, y el inicio de un proceso de duelo para la familia.
“Ella no sabía nadar, pero era tan alegre… solo quería mojarse un rato”, repetía su madre, evocando el recuerdo de su hija con una mezcla de tristeza y amor. Las palabras reflejan la inocencia de un momento que se transformó en una experiencia dolorosa para todos los que conocían a la pequeña.
El Primaveral queda marcado por lo ocurrido, con la imagen de una madre que enfrenta una pérdida profunda. Este hecho también vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de implementar acciones preventivas eficaces en zonas vulnerables, especialmente durante temporadas de lluvia, para evitar que se repitan situaciones similares.