
Confesión sobre 37 años de matrimonio genera reflexión sobre amor propio y dignidad
República Dominicana.– Una mujer casada desde hace 37 años confesó públicamente que su esposo ha frecuentado muchas cabañas con otras mujeres, pero nunca ha querido llevarla a ella.
La declaración fue realizada mediante una llamada telefónica a un programa donde buscaba orientación, generando una profunda reflexión sobre el respeto en la vida de pareja y la importancia del amor propio.
“Tengo 37 años con mi esposo y yo le digo por qué razón él no me quiere llevar a una cabaña. Yo quiero probarla, pero quiero probarla con él porque él ha sido mi único esposo de toda la vida, pero él se niega, que qué vamos a hacer nosotros en una cabaña”, expresó la mujer al aire.
Cuando fue interrogada sobre su vida sexual por parte de la doctora Ana Simó, esta respondió con honestidad: “Ha sido bastante infiel. Ha ido a muchas cabañas con otras mujeres pero no quiere ir conmigo. Yo quiero que él me lleve para cambiar de ambiente, para ver si siento algo más”.
Con estas palabras, dejó ver el dolor que arrastra por años de decepciones y desatenciones emocionales.
En busca de respuestas, la mujer recibió orientación de la profesional, quien no dudó en confrontarla con preguntas clave: “¿Yendo a una cabaña tú vas a sentir más? ¿Yendo a una cabaña tú vas a pensar… más que todo, tú vas a pensar lo que él hacía con esas mujeres? ¿Quieres lo que él te haga lo que él le hizo a esas mujeres?”
La doctora explicó que el problema no radica en el lugar, sino en la calidad de la relación y en la falta de exclusividad y respeto que ha sufrido esta mujer a lo largo de su matrimonio.
“La vida sexual de ellos no es buena y ella cree que ir a una cabaña le va a mejorar la vida sexual y no lo hará. Para nada. Aquí lo que menos preocupa es la cabaña. Lo más preocupante es que ella está interesada en ‘majar’ con un hombre que le ha sido infiel constantemente, y por más que tú me hables de bloqueo emocional, pero el cuerpo habla y saca factura cuando estamos con alguien que no nos da exclusividad”, afirmó.
La profesional fue enfática en resaltar que lo esencial es el valor propio y el derecho a ser tratada con dignidad:
“Tú eres la que te tienes que valorar y pensar que tu vida de pareja no es tan solo una vida sexual. ¿Por qué yo sigo con alguien que no es capaz de darme a mí lo que yo me merezco y cómo soy yo capaz de pedirle a él que me lleve a los lugares donde él lleva a sus amantes?”
Para concluir, la doctora ofreció una reflexión importante para quienes atraviesan relaciones con carencias afectivas:
“La vida sexual mejora cuando uno siente confianza, seguridad, admiración, uno siente que la otra persona me da mi lugar y yo soy su prioridad”.
Esta situación, expuesta desde el dolor de una mujer que ha soportado décadas de infidelidades, ha provocado un debate necesario sobre la autoestima, la fidelidad y el respeto mutuo en la vida en pareja.