Después de un largo periodo de incertidumbre que se extendió por 45 días, la situación médica de Bartolo Reyes ha dado un giro positivo. Reyes, quien trabaja como camarero y tiene 54 años, logró salir de la unidad de cuidados intensivos en el Hospital Salvador B. Gautier. Este avance brinda un alivio para su familia, especialmente tras el grave incidente ocurrido el pasado 8 de abril en la discoteca Jet Set en Santo Domingo.

Aquel día, el techo del establecimiento colapsó durante una jornada normal de trabajo y diversión. El hecho dejó un saldo de 235 personas sin vida y más de 180 personas con heridas de distinta gravedad. Desde esa fecha, Reyes permaneció hospitalizado con un diagnóstico reservado, luchando por estabilizarse.

Josefina Quezada de Reyes, esposa del camarero, expresó el alivio que siente por los avances en la salud de su esposo. “Él está recuperándose satisfactoriamente, gracias primero a Dios y luego a los doctores que hicieron todo lo posible para salvarle la vida”, dijo emocionada. Además, explicó que han recibido apoyo constante por parte de los propietarios del centro nocturno. “Han estado de la mano con nosotros, dándonos apoyo constante”, añadió. Según comentó, la relación entre su familia y los dueños iba más allá de lo laboral.

Otra de las personas que resultó con heridas esa noche fue Jennifer Taveras, de 24 años. Ella continúa internada en el mismo hospital, en el área de cirugía plástica. El jefe de esa unidad, el Dr. Severo Mercedes, informó que “la paciente está estable y bajo vigilancia médica, esperando determinar el procedimiento quirúrgico definitivo que necesita”.

Además, en el Hospital Traumatológico Ney Arias Lora, una tercera sobreviviente sigue en la unidad de cuidados intensivos. Su estado es delicado. Este hospital fue uno de los primeros en recibir a los afectados, atendiendo a 22 personas tras el desplome del techo.

Más de seis semanas después del suceso, las personas heridas poco a poco comienzan a mostrar mejoría. Sin embargo, todavía hay dudas sobre las causas de lo ocurrido. En este contexto, la firma de abogados Plutarco Jáquez presentó una solicitud a la Procuraduría General de la República. El objetivo es que se inicie una investigación formal contra Antonio Espaillat, dueño de la discoteca, por una posible falta de responsabilidad.

El documento fue dirigido a Yeni Berenice Reynoso, procuradora adjunta, para que se tomen las medidas legales correspondientes y se pueda entender mejor cómo ocurrió el desplome en un lugar que tenía muchos años de funcionamiento.