Sulay Heredia, hermana de un sobreviviente de San Cristóbal, muere en el colapso de la discoteca Jet Set en Santo Domingo.
La familia Heredia ha tenido que soportar dos de las tragedias más impactantes ocurridas recientemente en el país. Primero fue Emmanuel Heredia, quien logró sobrevivir a la explosión en San Cristóbal de manera milagrosa.
Ahora, su hermana Sulay Heredia ha sido víctima del colapso de la discoteca Jet Set en Santo Domingo, donde fue encontrada sin vida cuatro días después del incidente.
Desde el primer momento, su familia la buscó con una esperanza que solo quienes han visto un milagro pueden comprender. Hace apenas dos años, Emmanuel había sido encontrado con vida entre los escombros del Banco Banreservas tras la explosión que cobró la vida de más de 30 personas en San Cristóbal.
Cubierto de polvo pero con el corazón aún latiendo, Emmanuel se convirtió en un símbolo de fe para los Heredia, quienes aprendieron entonces a creer en lo imposible.
Al conocer la noticia del derrumbe en el Jet Set, la familia no perdió la esperanza de que Sulay también lograría sobrevivir. “Mi mamá decía que ella aguantaría, porque podía pasar horas sin beber agua. Pero no aguantó. Ese techo la aplastó”, narró Lidia Heredia, la hermana mayor, mostrando una serenidad que refleja el desconcierto ante una tragedia que aún no termina de asimilarse.
El cuerpo de Sulay fue identificado gracias a un vestido negro y un cintillo rojo en la muñeca, ya que no llevaba ningún documento encima.
Durante los primeros días después del desastre, la confusión, el calor y las condiciones de los cuerpos dificultaron su reconocimiento. A pesar de ello, su familia nunca dejó de buscarla.
Recorrieron hospitales, morgues y listas de desaparecidos, enfrentándose a nombres equivocados y al dolor constante, decididos a encontrarla viva o, al menos, tener un cuerpo al que pudieran llorar.
Lidia Heredia ha vivido dos veces la angustia de no saber dónde está un ser querido. Ha pasado nuevamente por la experiencia de recorrer escombros y hospitales, lidiando con el silencio que sigue a una tragedia nacional.
“Yo aún no lo asimilo. No estoy bien. Estuve viendo cadáveres, y todas las amigas de mi hermana murieron”, relató, reflejando el profundo dolor y la desolación que ahora marcan a la familia Heredia.