Centro educativo de Loma Bajita es saqueado; autoridades investigan y piden colaboración ciudadana.

La Escuela Eulalio Farington Olguin, ubicada en la comunidad conocida como la antigua Loma Bajita, en el distrito 11-01 de Sosúa, Puerto Plata, fue escenario de un robo que ha generado consternación entre los residentes del área.

El incidente ocurrió recientemente, cuando varios individuos ingresaron de forma ilegal al plantel educativo y sustrajeron pertenencias fundamentales para el desarrollo diario de las actividades escolares.

Los objetos robados eran de uso frecuente y su ausencia representa un golpe directo al funcionamiento de la escuela, afectando tanto al personal docente como al estudiantado. Hasta el momento, las autoridades no han revelado la cantidad ni la naturaleza exacta de los artículos sustraídos, pero se trata de recursos esenciales para la comunidad educativa.

Este hecho delictivo ha generado preocupación por la seguridad en los centros educativos de la zona. La falta de vigilancia o medidas efectivas de protección vuelve vulnerables a estas instituciones, que cumplen un rol vital en la formación académica y social de los niños y jóvenes.

Ante lo sucedido, las autoridades locales han iniciado una investigación para esclarecer los hechos y dar con los responsables. Se están recopilando datos, recabando testimonios y revisando posibles pistas que conduzcan a la identificación de los autores del robo.

Además, se hace un llamado a la población para que aporte cualquier información que pueda ser útil en el curso de las indagaciones.

La comunidad educativa, compuesta por docentes, padres y estudiantes, se ha unido para expresar su indignación y pedir soluciones concretas que fortalezcan la seguridad de las escuelas. En un contexto donde la educación es pilar del desarrollo local, este tipo de incidentes representa un retroceso que pone en riesgo la estabilidad de los programas escolares y el bienestar de los alumnos.

Desde la dirección del centro, así como desde las autoridades distritales, se insiste en la importancia de trabajar en conjunto con la comunidad y las fuerzas del orden para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.

La protección de los espacios educativos debe ser una prioridad compartida, en la que todos los sectores de la sociedad colaboren activamente para garantizar un entorno seguro para la enseñanza.