El descubrimiento de un cadáver en el municipio de La Vega ha generado consternación en la comunidad, desencadenando una investigación que se anticipa compleja. El cuerpo sin vida de una mujer fue localizado en un área desolada del Residencial Don Perdido, una zona al sur del municipio que se caracteriza por su aislamiento y escaso desarrollo urbano.
Los agentes de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (DICRIM) llegaron al lugar tras recibir un reporte que señalaba la presencia de un cuerpo en estado avanzado de descomposición. Al llegar, los oficiales confirmaron el macabro hallazgo en un área de matorrales situada entre las calles 9 y 10 del residencial. Este suceso ha causado gran preocupación entre los residentes, quienes ahora temen por su seguridad en un sector que, hasta el momento, no había sido escenario de hechos de esta naturaleza.
El cuerpo fue trasladado de inmediato a la morgue del Hospital Luis Manuel Morillo King para una primera evaluación. No obstante, debido al avanzado estado de descomposición, se determinó que sería enviado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) en Santiago para un análisis forense detallado. Los resultados de este análisis serán esenciales para establecer la causa de la muerte y el tiempo transcurrido desde el fallecimiento, elementos cruciales para identificar a los posibles responsables.
En el marco de la investigación, las autoridades ya han detenido a dos hombres con presuntos vínculos cercanos con la víctima. Uno de los detenidos es su expareja, mientras que el otro es su pareja actual. Las identidades de ambos han sido mantenidas en reserva por la policía, lo que ha generado especulaciones entre los vecinos del residencial y la comunidad en general. Aunque esta reserva de información es comprensible para proteger la investigación, también ha provocado incertidumbre y temor entre los habitantes de la zona.
Además, las autoridades han iniciado la búsqueda intensiva de un tercer sospechoso, un hombre de nacionalidad haitiana conocido en el entorno como «Vaquero». Este individuo es considerado un posible cómplice o autor material del crimen, lo que añade una capa adicional de complejidad a un caso que ha captado la atención de los medios y la preocupación de la ciudadanía.