Diputado Carlos Gil relata tragedia en Jet Set y pide ley de certificación estructural.
El diputado Carlos Gil, uno de los pocos sobrevivientes del colapso del techo en la discoteca Jet Set, compartió desde su hogar su estremecedor testimonio.
“Salimos con vida de milagro”, confesó, aún afectado emocionalmente y con visibles secuelas físicas, incluyendo una herida que requirió más de cien puntos de sutura y una fractura en el tobillo, producto del impacto de los escombros que lo alcanzaron durante el desplome que cobró más de doscientas vidas.
Carlos Gil relató que la noche del lunes llegaron al lugar a las 11, tras haber comprado las boletas para disfrutar de una presentación de Rubby Pérez. Inicialmente, todo transcurría con normalidad, hasta que notaron la caída de partículas del techo, seguida de agua y arena.
Fue entonces cuando uno de sus acompañantes les advirtió del peligro. Decidieron salir, pero apenas veinte segundos después, el techo se desplomó. “Nos salvamos porque ya íbamos en camino a la salida”, explicó.
Durante su escape, una piedra impactó una mesa cercana. Él y su esposa lograron llegar al lobby, donde sufrieron el impacto parcial de los escombros. La tragedia se hizo aún más dolorosa al perder en el accidente a su colaborador cercano y a la esposa de este, quienes no lograron salir a tiempo del local.
El diputado, visiblemente conmovido, afirmó no haber recibido llamadas ni ofrecimientos de ayuda por parte de los propietarios del establecimiento. Criticó además la falta de supervisión por parte de las autoridades para garantizar condiciones estructurales seguras en lugares de alta concurrencia.
Ante lo vivido, Carlos Gil propuso impulsar un proyecto de ley que exija la exhibición visible de certificaciones estructurales actualizadas en todos los locales públicos.
“Un lugar donde acuden cientos no puede funcionar sin vigilancia del Estado”, manifestó con firmeza. Lamentó que en el país las medidas correctivas solo se implementen tras tragedias, cuando ya es demasiado tarde.
“La vida nos cambió por completo”, expresó, refiriéndose al proceso de recuperación emocional que enfrenta, confiando en su fe y el apoyo de amigos, pastores y colegas, ya que hasta el momento no ha recibido acompañamiento psicológico. “Dios me sacó de ahí”, dijo, recordando con dolor los momentos de terror vividos esa noche.
Finalmente, Carlos Gil informó que está evaluando, junto a sus abogados, la posibilidad de emprender acciones legales. Hizo un llamado claro a la necesidad de justicia y de establecer consecuencias reales para quienes, por acción u omisión, resulten responsables de esta tragedia.
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