Niño dominicano de 4 años desaparece en el río; autoridades intensifican labores de búsqueda

Lowell, Massachusetts.– Este lunes se cumplió el cuarto día consecutivo de búsqueda para localizar a Azriel López, un niño dominicano de 4 años que cayó al río Merrimack el pasado Sábado Santo, 19 de abril, mientras jugaba cerca del agua.

El menor, diagnosticado con autismo, fue arrastrado por la corriente en un trágico suceso que ha conmocionado a la comunidad.

De acuerdo con el Departamento de Policía de Lowell, este miércoles se observó un aumento significativo en la actividad de seguridad pública en la zona, como parte de los esfuerzos que se están llevando a cabo para dar con el paradero del menor.

Las autoridades han solicitado a los residentes evitar acercarse a las áreas donde se están desarrollando las labores, según un aviso comunitario compartido en Facebook.

El último avistamiento de Azriel ocurrió a las 5:44 p.m. del sábado, momento en que se recibió una llamada al 911 informando de su caída en las aguas del Canal Occidental, cerca de 300 Arcand Drive. Las primeras investigaciones apuntan a que el niño fue rápidamente arrastrado por la corriente, lo que complicó su rescate inmediato.

El lunes, las labores de búsqueda se intensificaron con el despliegue de buzos, unidades acuáticas especializadas y un helicóptero de la policía estatal de Massachusetts.

Sin embargo, los equipos enfrentan serias dificultades debido a la baja visibilidad causada por la turbidez del agua y la gran cantidad de rocas presentes en el lecho del río. A pesar de estos desafíos, se esperaba que las operaciones se reforzaran este miércoles.

Una amiga cercana de la familia, explicó las circunstancias en las que ocurrió el accidente. “Ella (la madre) salió corriendo detrás de él, pero no le dio tiempo. Cuando llegó a la barandilla, él la miró y como diciendo ‘tú no me vas a alcanzar’, se tiró”, relató.

La madre se encontraba acompañada de otros dos hijos, uno de 10 meses y otro de 3 años, lo que limitó su capacidad de reacción.

Manuel Meléndez, familiar del menor, comentó que situaciones como esta son impredecibles y pueden suceder a cualquier persona encargada del cuidado de un niño pequeño.

El lunes, los familiares del menor regresaron al lugar del accidente con la esperanza de encontrar el cuerpo del niño. “La esperanza que tenemos en Dios es poder encontrar el cuerpo de nuestro bebé”, expresó Joan López, padre de Azriel.

El jefe del cuerpo de bomberos de Lowell destacó que, a pesar de las complicadas condiciones del río, los equipos de emergencia continuarán las labores de búsqueda sin descanso hasta obtener resultados. La comunidad local sigue atenta a cada avance, unida en la esperanza de un desenlace que traiga paz a la familia.