Un hombre de edad avanzada que actualmente presta servicios como taxista de Uber, experimentó una situación alarmante y que puso en riesgo su vida, en suceso ocurrido en Santiago.
Resulta que el conductor estaba preparado para un servicio aparentemente común, cuando recogió a un pasajero identificado supuestamente como Miguel, quien había solicitado el servicio para ser llevado a una cabaña.
Fue entonces cuando de repente, otros individuos se unieron sorpresivamente al viaje y, utilizando lo que el taxista inicialmente creyó que era una pistola de juguete, intimidaron a la víctima bajo amenazas.
Ante la intimidación, el conductor se vio obligado a entregar a los asaltantes una suma de alrededor de RD$10,000. Lo que hace único este caso es que el vehículo del taxista estaba equipado con una cámara de seguridad interna, que logró capturar imágenes claras de los asaltantes durante el incidente.
Estas imágenes se están haciendo virales y están siendo utilizadas por las autoridades en un intento por identificar a los responsables del robo para que enfrenten las consecuencias de sus acciones.
Este episodio subraya la vulnerabilidad de los trabajadores del sector de transporte privado y la importancia de implementar medidas de seguridad adicionales, como la instalación de cámaras en los vehículos.
Las autoridades hacen un llamado a la colaboración ciudadana, instando a la población a proporcionar cualquier información que pueda ser útil para identificar a los responsables de este lamentable suceso.